
El género de terror debe ser mi favorito. Me resulta fascinante cómo una película puede producir sensaciones contradictorias en el espectador, al luchar con todas sus fuerzas para ver la pantalla y a la vez querer huir de ella, en un macabro ritual de tortura cinéfila. El género ha ido evolucionando desde sus inicios, con representantes que incluyen a Frankenstein, Drácula, hombres lobo, momias, zombies, extraterrestres, mutantes, fantasmas, asesinos seriales, muñecos diabólicos . Pero el objetivo sigue siendo el mismo: asustar al espectador, hacerlo saltar de su asiento.
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